jueves, 12 de febrero de 2009

Empezar el viage




A las 10 hores estaban todos con excepcion de muchos en la despedida. El Joaquim, amigo de otras bicicletadas, el Juli, mi fiel camara y Esteve, mi guionista e amigo que conparto piso. Logicamente estaba el Darwin, altempordanes de conviccion que ha resolto pedir unas liçencias de trabajo para hacer la no menos aventurade parte de la peninsula iberica y despues continuar hasta alli, la Africa del Sud.

Despues de las despedidas começamos a hacer quilometros y en Pertus la mala noticia es que el viento habia girado, como se tratara de un otro pais. Fuimos hasta Perpignan y novamente una pesima novidad nos sorprendio ... el cuerpo de bombeiros no esta disponible para dejarnos pernoitar, asi que telefonamos al 115, el telefono del gobierno frances para acojer los sin techos. Dormimos en la Cruz Roja y el dia seguiente fuimos a Quillon, 77 km de distancia, pero lo cierto es que contactos como estos no serian los ultimos y me hace recordar una frase de Dostoiewski que dice que los ambientes mas ignorantes y pobres culturalmente hay senales de una espiritualidad extremamente viva.

Pasamos por la Tierra de los Cataros y levantando el ojo de la carretera pudimos contemplar la grandeza de una epoca a traves de castillos como el del Queribus y Puilaurens.

La llegada a Quillan ha sido fria y sin opciones de dormir calentes lo que nos hizo armar la tienda en un campo pero protegidos del viento.

En dia siguiente teniamos Foix como objetivo pero las intemperias del tiempo invernal impidio de realizarlo y tubimos que montar la tienda en una especie de casa con un "porche" y gracias a mi "fidel escudero" Darwin hizo posible encender un fuego para alimentarnos nuestras almas impregnadas del frio.

Por tanto el domingo finalmente estabamos en Foix y despues de hablar con la comisaria arreglamos un albergue comunitario por 8 euros con derecho al desayuno. El problema era que tubimos que pasar todo el dia en la calle siendo entretanto testigos de una boda con nieve donde el calor de la fiesta contraponia con el frio exterior.

Finalmente fuimos nos refugiar en esta casa regentada por una senora con mucho temperamento y divertidisima, cuyo nombre recorda una musica de Nino Bravo, Noelia ...

Con su castellano con acento frances dijo que vivio 20 anos en Venezuela y que los hombres eran infelizes, con excepcion de dos, de mi y de Darwin.

Por la manana y despues de la lluvia de piedras que dejo blanca la carretera salimos en direccion a St. Geron. Estabamos por tanto en el punto medio de los Pireneos franceses. Despues de tres horas buscando un sitio para dormir gratuito tubimos que pasar por peregrinos del camino de Santiago pues el monasterio de St. Lizier, que lleva el mismo nombre del pueblo, solamente aceptava tales. El alcalde al percibir de nuestra situacion nos ofrecio 10 euros para ayudar a pagar los 30 que custaba el albergue, o seya, una fortuna para los pobres bolsillos de 2 cicloviajeros.

La manana siguiente fuimos visitar las reliquias del monasterio, hacer fotos y principalmente sermos concientes que el viento y, mas tarde, la lluvia seria nuestras companeiras.

1 comentario:

  1. Si en passar per València vols un lloc cobert per dormir, podem parlar-ne paco (arroba) cosesdepac (punt) net

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